CHAPUZON RAPIDO

TITULO: UN CHAPUZON RAPIDO

Opinión : de Yolanda Paris del

Sumario: Relato Erotico sobre un chapuzon rapido en verano 


No era solo cálido para Octubre, era una época de calor. Mi primer semestre en la universidad había estado yendo bien. Cogí el hábito de ir a la biblioteca para estudiar entre las clases; a veces solo quedaba en el café con algunos amigos. Esta mañana, creo estaba incómoda. La semana pasada había sido un octubre fresco normal y supongo que algún genio de mantenimiento habría decidido apagar el sistema de aire acondicionado. Casi me duermo dos veces en Economía. Mi sudorosa blusa blanca les daba a todos una buena vista de mi sujetador rosa. Por suerte tenía un descanso de dos horas entre Economía e Historia Americana. Nunca aguantaría la monótona clase de Mr. Broughton si no hacía algo para despejarme. Un chapuzón rápido en la piscina parecía la solución perfecta. Sabía que mi madre aún no habría vaciado la piscina. Estaba en el trabajo en ese momento. Imaginé que tenía suficiente tiempo para coger el bus a casa, echar un chapuzón rápido, cambiarme de ropa y llevar mi sudoroso culito de vuelta al campus para algunas excitantes palabras sobre el Tratado de Paris. Mirando hacia atrás, estaba equivocada en varias cosas. El bus paró a varias manzanas de nuestra casa. Con el calor y humedad, parecía que hubiese andado varios kilómetros antes de llegar a la entrada de casa. Cuando vi la furgoneta del chico de la piscina aparcada enfrente y el coche de mi madre en la rampa del garaje lo maldije. ¡De todos los días que hay para cerrar la piscina para el invierno! Me calmé un poco cuando pensé que probablemente habría concertado la cita semanas antes. Había estado muy ocupada los últimos años intentando sacar adelante a mi hermano y a mi y trabajar. Mi padre, creo, todavía intentaba enviarle algo de dinero pero no había sido fácil para ella desde que él se fue. Ella todavía era guapa, su cabello pelirrojo era natural y se mantenía en buena forma. Yo había heredado su pelo rojo y elegancia pero estaba empezando a perder la esperanza en tener su maravillosa 36C. Así que, bien, un chapuzón rápido estaba probablemente descartado. Decidí entrar para una ducha fría y cambiarme de ropa. A veces tienes que acomodarte. A veces te inquietas. No me di cuenta de lo inquieta que estaba a punto de estar. Entré en la casa y me dirigí a mi dormitorio sin decir nada. Imaginé que mamá estaba probablemente en el jardín con el chico de la piscina. La ventana de mi cuarto daba a la piscina. Rápidamente miré a través de las cortinas y me quedé helada. Esperaba ver a mi madre en el jardín con el chico de la piscina. Lo que no esperaba era verlos desnudos. Pablo era solo unos pocos años mayor que yo. Su oscuro cuerpo latino tenso y muscular, de pie tras mi madre desnuda y besando su cuello. Ella estaba contoneando su trasero desnudo contra su entrepierna. Sus grandes pechos firmes temblaban con su movimiento. Parecía que sus pezones rosas estuviesen de pie. Aunque sus piernas estaban juntas, una mata de vello púbico rojo asomaba bajo su ombligo. Me aparté un poco de la ventana. A esa hora del día, sabía que mi ventana estaría reflejando los rayos de sol en la piscina. Era invisible mientras que no me pusiese justo contra el cristal. Personalmente, no creo que ninguno de los dos estuviese interesado en mi ventana. Las manos de Pablo estaban ahora cubriendo los pechos de mi madre, su cuerpo se arqueaba hacia atrás y ahora podía ver la mata roja bordeando su coño. Al ver los glúteos de Pablo apretándose mientras se arqueaba hacia delante contra la piel pálida del culo redondo de mi madre me di cuenta de que tenía un bronceado de cuerpo entero. Podías ver las líneas de bronceado del bikini de mamá pero el no parecía tener ninguna. Empecé a preguntarme si su polla estaría bronceada. Aunque todavía no podía verla, imaginé que estaría probablemente dura. Empecé a sentir una calidez familiar entre mis piernas. Cuando ella se giró para besar al latino musculoso, conseguí un primer vistazo de la polla de Pablo. Estaba en lo cierto en ambos pensamientos. Su erección bronceada se elevaba, orgullosa y un poco más grande de lo que pensé que estaría. Mi mano bajó lentamente hacia mis vaqueros y empezó a frotar ociosamente mi entrepierna mientras miraba a los amantes recorrer con sus manos el cuerpo desnudo del otro. Mamá se agachó y se quedó cara a cara con su gran erección morena. Sus labios envolvieron su vara y yo desabotoné mis vaqueros. Mientras ella mamaba su polla, agarraba su tenso culo y hundía sus dedos en los fuertes músculos. Bajé la cremallera de mis vaqueros y deslicé una mano a mis bragas. El cuerpo de Pablo se movía así como la mamada se hacía más intensa. Tras unos minutos de eso, apartó a mamá y la besó profundamente. Sus entrepiernas se movían juntas mientras se besaban. Yo me introduje más en mis bragas, deslizando un dedo por mi húmeda raja. Estaban susurrando algo y entonces mamá puso sus manos en la alta valla de madera que rodea nuestro jardín. Se inclinó, su largo cabello pelirrojo cubriendo su cara y separó sus piernas. Pablo se puso entre sus piernas y frotó su coño un poco. Su dura polla estaba presionando contra la raja de su culo. Entonces el cogió su polla en su mano y la guió hacia su expectante coño rojizo. Mis vaqueros y bragas se bajaron al suelo. Deslicé mis dedos en mi húmedo conejo y más o menos en el mismo ángulo en que Pablo había entrado dentro de mi madre. Los tres empezamos a follar. La dura polla morena se deslizaba lentamente dentro y fuera del coño húmedo, el culo pálido se movía contra los suaves empujones. Mis dedos ajustaron el ritmo, hundiéndose más cuando Pablo empujaba más, deslizándose lentamente, deliciosamente fuera de mi coño cuando él se retiraba y volviendo a hundirse de nuevo. Su ritmo y mi ritmo se incrementaron, la corrida se estaba formando en mi interior. Imaginé que estaba siendo follada por Pablo, imaginé follarme a Pablo, e incluso tuve flashes de ser Pablo follándome a mi madre. Todo se arremolino en mi precipitación hacia el climax. El pelo de mamá estaba cubriendo su fabuloso culo en alto en el aire mientras las caderas de Pablo estaban empujando contra ella una y otra vez, más y más rápido hasta que sentí que mis piernas empezaban a temblar y un poderoso orgasmo sacudió todo mi cuerpo haciéndome caer sobre mi cama intentando respirar. Por un momento, me quedé tumbada allí, con mis vaqueros y bragas alrededor de mis tobillos, totalmente gastada. Cuando me levanté para mirar por la ventana de nuevo, el cuerpo bronceado de Pablo estaba tumbado sobre mi madre aún más pálida. Estaba besándola suavemente en el cuello. Mientras me dirigía a la ducha me preguntaba si el orgasmo de mamá habría sido tan potente como el mío. Esperaba que sí. Trabajaba duro. Merecía liberarse de tensiones. Si un chapuzón rápido con Pablo funcionaba, estaba bien. .. .

Puntuación: 4,5
Yolanda Paris Actualizado en: 11:47

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